Los riesgos a tener en cuenta en exportación
El comercio exterior representa una fuente de oportunidades y, a la vez, riesgos. Las PYMES salen a la conquista de mercados extranjeros, principalmente atraídas por las oportunidades pero no siempre han estudiado los riesgos a los que se exponen. Es algo relativamente normal cuando no se dispone de la experiencia o de los recursos necesarios.
Sin embargo, con la crisis económica y financiera mundial, muchas PYMES han experimentado el impacto de estos riesgos que ahora han aumentado. Las pérdidas por cambio de divisa reducen los márgenes de venta (la caída de la libra esterlina a raíz del anuncio del BREXIT ha tenido consecuencias notables), la recesión provoca descenso de ventas en muchos mercados, los movimientos sociales y las huelgas impiden la distribución de productos, competidores extranjeros copian tecnologías…
Descuidar los riesgos de la exportación puede ser peligroso para las PYMES en la medida de que suelen estar poco diversificadas y no pueden compensar las pérdidas de un mercado con los éxitos de otros.
Principales tipos de riesgos en exportación:
- Económicos:
Las pérdidas originadas en el tipo de cambio entran en la categoría de riesgos económicos. Se originan cuando la moneda del mercado de origen se aprecia con respecto a las monedas de los mercados objetivos y como consecuencia los ingresos generados en moneda extranjera pierden valor. La inflación en mercados exteriores puede tener el mismo efecto si genera depreciaciones de moneda.
La recesión, el aumento de la deuda pública pueden provocar un descenso en la demanda y una pérdida en ventas en nuestros mercados de destino. Este riesgo es particularmente relevante cuando se siguen estrategias de concentración por países en economías de escala.
También la penuria de divisas u obstáculos para pagos en divisas pueden generar retrasos de pago e incluso impagados.
Para terminar con los riesgos económicos, hay que señalar que un aumento de tasas, aranceles… pueden provocar una importante pérdida de competitividad.
- Jurídicos:
En las actividades de exportación, los principales riesgos jurídicos están ligados a la posibilidad de que los estados extranjeros modifiquen la reglamentación relativa a nuestros productos o servicios y haya que proceder a adaptaciones costosas o a nuevas homologaciones.
- Comerciales:
Entre los riesgos comerciales, encontramos a menudo necesidades de clientes que cambian y que son detectadas demasiado tarde, perdiendo cuota de mercado de manera brusca.
También distribuidores que se pierden y con ellos el acceso a los clientes.
No tenemos que olvidar entre los riesgos comerciales los productos sustitutivos. Por ejemplo, en aeronáutica, se están remplazando partes que tradicionalmente se han hecho en chapa por otros materiales como el plástico o la fibra de carbono.
Para terminar, el riesgo de impagados es, a menudo, más elevado que en el mercado nacional y más difícil obtener el pago de las facturas, y dependiendo del país, a veces imposible.
- Políticos:
Revueltas sociales, huelgas y conflictos forman parte de los riesgos políticos que pueden paralizar la economía de un país. También los embargos pueden imposibilitar la venta. Las nacionalizaciones suponen la pérdida de sucursales o de clientes en mercados exteriores.
- Ligados a la competencia:
La copia de productos o de componentes, de la propiedad intelectual…
También la llegada de nuevos competidores a un mercado, que la competencia contrate a uno de nuestros comerciales… estos perfiles con experiencia en exportación son muy difíciles de remplazar.
- Ligados al transporte:
Durante el transporte de la mercancía, se pueden originar retrasos por múltiples causas, entre ellas cabe resaltar las formalidades aduaneras complicadas o por documentos incompletos. También los productos se pueden estropear, pueden ser robados o perdidos en el transporte. Todo ello ocasiona costes añadidos y perjudican la reputación de la empresa exportadora.
La percepción de los riesgos
Es importante sopesar las oportunidades y los riesgos y lanzarse únicamente a mercados que presenten más oportunidades que riesgos. A menudo, evaluamos mal los riesgos.
Recordemos que:
- Juzgamos las oportunidades de manera más positiva si ya hemos invertido tiempo y dinero.
- Sobrestimamos la probabilidad de éxito y subestimamos la posibilidad de que ocurran incidentes.
- Sobrestimamos nuestra influencia personal sobre los acontecimientos y tenemos una ilusión de control.
Con estas distorsiones, humanas y generalizadas, en la percepción del riesgo, es muy posible que la empresa no dé la suficiente importancia a los riesgos en exportación y que se tomen decisiones erróneas.
También, a menudo, se sobrestiman los riesgos sobre los mercados extranjeros, y dejándose influenciar por esta percepción errónea, se abandonan proyectos de exportación.
Es por lo tanto esencial que las PYMES evalúen correctamente las oportunidades y los peligros de la manera más objetiva posible. Para ello, es aconsejable la ayuda de un profesional, un consultor especializado, que podrá ayudar a la toma de decisiones.
Hemos visto los riesgos más significativos, en nuestro próximo post, hablaremos sobre diferentes estrategias para gestionarlos y controlarlos.